Fuente: El Mundo

Pepa Polonio 
Colectivo Prometeo
Mesa Estatal FCSM
   Hace unos días que no hago más que pensar en esto. En que los tiempos están cambiando. La última señal la tuve el domingo pasado, mientras veía con una sonrisa maligna –no lo voy a negar- cómo se estrellaba Susana Díaz desde lo alto de su ego.
   Líbrenme todos los dioses del cielo, el inframundo e incluso la Tierra Media de ser partidaria de Pedro Sánchez. Tendré que estar removiéndolo con un palo largo durante un tiempo antes de ver de qué especie es, porque, de momento, es que no me fío. Pero bueno. Eso no impide que crea que algo se ha movido, y que ese pequeño movimiento obedece a una gran causa.
   La gente que militamos en partidos lo hacemos por convicción, por ideología, por sentimiento, por pasión. Todo ello mezclado en diferentes dosis. A veces -hablo por mí- no nos vamos porque fuera hace mucho más frío que dentro, o porque los que se tienen que ir son los otros, o porque la cara que ponen los otros cuando apareces por los lugares donde no se te espera no tiene precio. Quiero decir con esto que, aunque haya mucho de interés calculado, hay muchísimo más de visceralidad.